La demanda del mercado en el
campo de las diversas actividades profesionales, y en especial la relacionada
con la profesión contable, se ve considerablemente afectada e involucrada en el
nuevo escenario mundial de los negocios, y requiere una constante revisión y
análisis tanto de forma como de fondo.
Dentro de esta amplia gama de aspectos sujetos
a revisión se encuentran la educación y la capacitación para la formación y
desarrollo de los futuros profesionales, como así también la acción de los
consejos o cuerpos que manejan a la profesión en su etapa de ejercicio. Así
decía, José María Herrera Guzmán, ex-presidente del IFAC (1Federación
Internacional de Contadores (International Federation of Accountants) en
ocasión de la inauguración del XXIV Congreso de Profesores Universitarios de
Costos (Córdoba, 2001): “...Aunque pueda parecer a algunos que el tema perfil
del contador está muy manejado, que ya se ha hablado mucho de esto, afirmamos
que el mismo es de constante actualidad porque el perfil de contador está en
constante cambio.
Igualmente, el programa de estudios para
formar contadores está y tiene que estar en constante transformación.” El tema de la actualización contable debería
comenzar por la revisión de los planes de estudios. Unos de los tópicos es el
de la consideración de las habilidades críticas y los valores, enmarcados en la
era del capital intelectual y la sociedad del conocimiento.
La carrera de
Contador Público: Una especialidad de las Ciencias Económicas
La carrera de Contador ha surgido
en países como Argentina de la mano del desarrollo comercial operado a partir
del siglo XIX, como una clara respuesta a sucesivos requerimientos. La clave de
la organización de esta carrera partió de la idea de diferenciar la llamada
economía de empresa (donde está incorporada junto a la carrera de Licenciatura
en Administración) de la economía política, ámbito de la Licenciatura en
Economía (Popescu, 1963).
El fundamento conceptual de esta
diferencia hace que la carrera de Contador Público sea considerada una
disciplina de orientación eminentemente práctica, dedicada a tratar
problemáticas que hacen a la administración de los recursos de una empresa tanto pública como privada. Por esto la práctica profesional
ha sido y es un aspecto determinante en la formación del futuro contador, a lo
que se ha sumado el peso preponderante de temáticas relacionadas con la llamada
Contabilidad Externa (A lo largo del trabajo, se entenderá por contabilidad
externa o financiera, a la proveedora de información contable para usuarios
externos y contabilidad interna o gerencial, a la formadora de información para
la gestión (Enfoque del Usuario, STAUBUS, 2000)
Una de las claves del éxito de un
plan de estudios es entonces el diseño y la planificación de cada una de las
asignaturas que lo componen, y las habilidades susceptibles de desarrollar en
las mismas.
En base a la bibliografía consultada y en opinión de la autora, se incluyen
como habilidades esenciales o críticas a desarrollar a partir de los contenidos
del plan de estudios y su implementación, según el momento en que se ubica el
trabajo: las intelectuales, las interpersonales y las de comunicación. Con
respecto a las intelectuales, si bien son inherentes a todo proceso educativo
en la actualidad sobresalen las vinculadas con el “aprender a aprender”. Esta
habilidad de saber aprender constituye una herramienta clave en un mundo de
cambios constantes y capacitación continua. Implica cambiar la visión del aprendizaje
como fin para pasar a reconocerlo como un medio.
CEPAL-UNESCO, Educación y
Conocimiento: eje de la transformación productiva con equidad.
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